El
odontólogo general en Colombia, fundamenta su ejercicio profesional en la
aplicación de preceptos éticos, morales, sociales y humanistas, y en el
conocimiento bioético, científico y técnico que le permiten participar como
ciudadano y como profesional, en la construcción y gestión de las políticas
públicas del país, y desempeñarse en los ámbitos político, administrativo,
social y clínico como parte de la salud pública, para contribuir con su trabajo
a la disminución de las inequidades sociales y a la garantía de los Derechos
Humanos
con énfasis en el Derecho a la Salud.
Es
apto para liderar desde sus competencias, los retos que un mundo complejo, globalizado,
competitivo y dinámico le exigen, al tener la capacidad para comprender y aceptar
la diversidad y heterogeneidad del país, para contribuir con la formulación de propuestas
de políticas públicas y de estrategias de acción en los diversos ámbitos de su práctica
profesional, para discutir y concertar con otros las mejores opciones de
ejecución y evaluación de las mismas, y para aplicar su conocimiento en
decidir, gerenciar, gestionar, realizar y evaluar las acciones con las cuales
incidir en la solución de situaciones que se presentan en los grupos
poblaciones y en las personas, ya sea desde el sector privado o público.
Su desempeño lleva implícito el fortalecimiento continuo de su formación técnica científica, de sus capacidades comunicativas e investigativas, del trabajo en equipo, de su actitud crítica y propositiva, de su liderazgo y responsabilidad, y de su capacidad innovadora, para aplicar su conocimiento y experiencia tanto en lo individual y lo colectivo, en la construcción, transmisión y transformación de nuevo conocimiento, en el desarrollo de investigaciones aplicadas a la salud oral y su impacto en la salud general, en la planificación, gestión y evaluación de políticas y acciones sobre los determinantes que afectan la salud, en el fomento y promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, el diagnóstico oportuno, el tratamiento y rehabilitación temprana, efectiva, y resolutiva según sean los ámbitos de su desempeño profesional, haciendo el mejor uso de los medios disponibles a su alcance, a fin de mantener las mejores condiciones posibles de salud oral, como contribución a la salud general, al bienestar y a la calidad de vida de las personas y de la población.
En su ejercicio profesional es autónomo y responsable de las decisiones y de la auto regulación del alcance y limitaciones de su práctica, y es consciente del aporte que debe brindar dentro de los equipos transdisciplinarios, interinstitucionales y transectoriales de trabajo, reconociendo que dentro de ellos es líder responsable por naturaleza del equipo de salud bucal y que como tal asume las consecuencias de las acciones de dicho equipo.
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